Síntomas característicos

El síntoma característico de los trastornos depresivos es un estado de ánimo persistentemente deprimido y vacío.

DEPRESIÓN REACTIVA

Un periodo de tristeza o melancolía que se produce como reacción a una pérdida o trauma personal suele denominarse depresión reactiva. Aunque en algunos casos una depresión reactiva puede ser lo bastante grave como para requerir tratamiento, normalmente es de corta duración y se autocorrige. En los trastornos depresivos, sin embargo, el estado de ánimo depresivo surge espontáneamente y es de larga duración, los síntomas son graves y el individuo es incapaz de funcionar con normalidad.

EPISODIO DEPRESIVO MAYOR

Un episodio depresivo mayor se caracteriza por un estado de ánimo depresivo persistente o por la pérdida de interés o placer en las actividades cotidianas durante al menos un periodo de dos semanas. También deben estar presentes cuatro o más de los siguientes síntomas: cambio significativo de peso o de apetito, dormir demasiado o no poder dormir, agitación o retraso psicomotor, fatiga o pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva, incapacidad para concentrarse o indecisión, y pensamientos suicidas recurrentes.

Tipos de trastornos depresivos

TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR

El Trastorno Depresivo Mayor se caracteriza por un episodio depresivo mayor que dura al menos dos semanas y es lo suficientemente grave como para causar un marcado deterioro en la capacidad del individuo para funcionar en su vida diaria. Una persona puede experimentar un episodio depresivo mayor una sola vez, pero lo más frecuente es que los episodios se produzcan varias veces a lo largo de la vida.

TRASTORNO DEPRESIVO PERSISTENTE

El trastorno depresivo persistente (distimia) es una forma menos grave de depresión que se caracteriza por un estado de ánimo crónicamente deprimido durante al menos dos años. Los síntomas de la distimia, aunque no incapacitan gravemente, impiden al individuo funcionar bien o sentirse bien. Muchas personas con distimia experimentan episodios depresivos graves a lo largo de su vida.

Prevalencia y edad de inicio

La prevalencia a lo largo de la vida de los trastornos depresivos en Estados Unidos se estima en 16,6% para el trastorno depresivo mayor y en 2,5% para el trastorno depresivo persistente. La edad de aparición del primer episodio depresivo mayor suele ser al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta, aunque el primer episodio puede ocurrir a cualquier edad. Los antecedentes familiares de depresión aumentan la probabilidad de que un niño padezca también un trastorno depresivo. El trastorno depresivo mayor es la principal causa de discapacidad en Estados Unidos y la segunda en todo el mundo.

Tratamiento y apoyo

Aunque la depresión es un trastorno oscuro y doloroso, se han desarrollado una serie de tratamientos eficaces que pueden aportar un alivio significativo a quienes la padecen. Más del 80% de las personas con un trastorno depresivo mostrarán una mejoría de sus síntomas a las cuatro o seis semanas de comenzar la medicación, la psicoterapia, la asistencia a grupos de apoyo o una combinación de estos tratamientos. El tratamiento suele durar alrededor de un año, y hay un pequeño porcentaje de individuos que padecen depresión recurrente y requieren un tratamiento continuo para mantener la recuperación.

ANTIDEPRESIVOS

Los antidepresivos se administran para alterar los niveles de los neurotransmisores serotonina (5-HT) y/o norepinefrina (NE) en el cerebro. Aunque puede observarse cierta mejoría de los síntomas de la depresión en unas pocas semanas, los antidepresivos suelen tener que tomarse entre tres y ocho semanas antes de que se produzca el efecto terapéutico completo. Debido a la variabilidad de la respuesta, es posible que un paciente tenga que probar varios antidepresivos a diferentes dosis durante un periodo de tiempo antes de encontrar un tratamiento eficaz.

PSICOTERAPIA

La investigación ha descubierto que dos enfoques psicoterapéuticos (terapia de conversación) son eficaces para tratar los trastornos depresivos: la psicoterapia interpersonal (TIP) y la terapia cognitivo-conductual (TCC). La IPT hace hincapié en el modo en que los síntomas de la depresión están relacionados con las relaciones de la persona. Los objetivos de la TPI son la reducción de los síntomas, la mejora del funcionamiento interpersonal y el aumento del apoyo social. El principal objetivo de la terapia cognitivo-conductual (TCC) es ayudar al cliente a eliminar las creencias y/o comportamientos negativos y sustituirlos por otros positivos.

TERAPIA ELECTROCONVULSIVA

La terapia electroconvulsiva (TEC) es un procedimiento en el que se hacen pasar corrientes eléctricas por el cerebro, desencadenando intencionadamente una breve convulsión. La TEC, también conocida como "tratamiento de choque", puede parecer aterradora, pero en los últimos años, sin embargo, el procedimiento de la TEC ha mejorado mucho, y la investigación clínica demuestra claramente que es un tratamiento eficaz para la depresión mayor. Antes del procedimiento, se administra al paciente un relajante muscular, y el procedimiento en sí se realiza bajo anestesia suave. La estimulación eléctrica provoca una breve convulsión en el cerebro, que dura unos treinta segundos. No se sabe a ciencia cierta por qué la TEC es eficaz en el tratamiento de la depresión, aunque se teoriza que, al igual que los antidepresivos, la TEC altera los niveles de determinados neurotransmisores en el cerebro.

ESTIMULACIÓN MAGNÉTICA TRANSCRANEAL

La estimulación magnética transcraneal (EMT) es un procedimiento que utiliza campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro y mejorar los síntomas de la depresión. Durante el procedimiento, se coloca una gran bobina electromagnética contra el cuero cabelludo del paciente, cerca de la frente. El electroimán crea corrientes eléctricas que estimulan las células nerviosas del córtex prefrontal, supuestamente implicadas en el control del estado de ánimo y la depresión. El procedimiento es indoloro, no tiene efectos secundarios y suele realizarse de forma ambulatoria en la consulta de un psiquiatra. Suelen ser necesarias sesiones diarias durante cuatro a seis semanas para obtener todos los beneficios terapéuticos.

Una perspectiva espiritual

Los trastornos depresivos comparten una característica espiritual fundamental: la desesperanza. Las Escrituras nos enseñan que "la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1). Si estás ministrando a alguien con un trastorno depresivo, lo que tienes que ofrecerle es una esperanza que trasciende las circunstancias. Las Escrituras se escribieron para animarnos y darnos esperanza. Utilice la Palabra de Dios para reconstruir su esperanza. Recuérdeles que, aunque la desesperación y la desesperanza profundas pueden aparecer en los creyentes, Dios es fiel. Demuéstreles cómo centrarse en esa única verdad trae esperanza en los momentos más bajos de la vida: "Esto recuerdo en mi mente, por eso tengo esperanza. Las misericordias del Señor no cesan, porque nunca se agota su compasión. Son nuevas cada mañana; grande es Tu fidelidad" (Lamentaciones 3:21-23)

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