Síntomas característicos
La esquizofrenia es un trastorno mental crónico y grave que afecta a la forma de pensar, sentir y comportarse de una persona. Las personas con esquizofrenia pueden parecer que han perdido el contacto con la realidad. Aunque la esquizofrenia no es tan frecuente como otros trastornos mentales, los síntomas pueden ser muy incapacitantes.
Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en tres categorías: positivos, negativos y cognitivos.
SÍNTOMAS POSITIVOS
Los síntomas "positivos" son comportamientos psicóticos que generalmente no se observan en personas sanas. Las personas con síntomas positivos pueden "perder el contacto" con algunos aspectos de la realidad. Los síntomas incluyen:
- Alucinaciones
- Delirios
- Trastornos del pensamiento (formas de pensar inusuales o disfuncionales)
- Trastornos del movimiento (movimientos corporales agitados)
SÍNTOMAS NEGATIVOS
Los síntomas "negativos" se asocian a alteraciones de las emociones y comportamientos normales. Los síntomas incluyen:
- "Afecto plano" (expresión reducida de las emociones a través de la expresión facial o el tono de voz).
- Reducción de la sensación de placer en la vida cotidiana
- Dificultad para iniciar y mantener actividades
- Hablar menos
SÍNTOMAS COGNITIVOS
Para algunos pacientes, los síntomas cognitivos de la esquizofrenia son sutiles, pero para otros son más graves. Los pacientes pueden notar cambios en su memoria u otros aspectos del pensamiento. Los síntomas incluyen:
- Funcionamiento ejecutivo deficiente (capacidad de comprender la información y utilizarla para tomar decisiones).
- Dificultad para concentrarse o prestar atención
- Problemas con la "memoria de trabajo" (la capacidad de utilizar la información inmediatamente después de aprenderla).
Reducción de la sensación de placer en la vida cotidiana...
Prevalencia y edad de inicio
Los síntomas de la esquizofrenia suelen empezar entre los 16 y los 30 años. En raras ocasiones, los niños también padecen esquizofrenia.
Existen varios factores genéticos y ambientales que contribuyen al riesgo de desarrollar esquizofrenia.
Los científicos saben desde hace tiempo que la esquizofrenia a veces es hereditaria. Sin embargo, hay muchas personas con esquizofrenia cuyos familiares no tienen antecedentes de este trastorno y, a la inversa, muchas personas con uno o más familiares con este trastorno que no lo desarrollan ellas mismas. Los científicos creen que hay muchos genes diferentes que pueden aumentar el riesgo de esquizofrenia, pero no hay un solo gen que cause el trastorno por sí mismo. Aún no es posible utilizar la información genética para predecir quién desarrollará esquizofrenia.
Los científicos también creen que son necesarias interacciones entre los genes y aspectos del entorno del individuo para que se desarrolle la esquizofrenia.
Los factores ambientales pueden implicar:
- Exposición a virus
- Malnutrición antes del nacimiento
- Problemas durante el parto
- Factores psicosociales
- Química y estructura cerebrales diferentes: los científicos creen que un desequilibrio en las complejas reacciones químicas interrelacionadas del cerebro en las que intervienen los neurotransmisores (sustancias que las células cerebrales utilizan para comunicarse entre sí) dopamina y glutamato, y posiblemente otros, desempeña un papel en la esquizofrenia.
Algunos expertos también creen que los problemas durante el desarrollo cerebral antes del nacimiento pueden provocar conexiones defectuosas. El cerebro también experimenta cambios importantes durante la pubertad, y estos cambios podrían desencadenar síntomas psicóticos en personas vulnerables debido a la genética o a diferencias cerebrales.

Tratamientos y apoyo
Dado que aún se desconocen las causas de la esquizofrenia, los tratamientos se centran en eliminar los síntomas de la enfermedad. Los tratamientos incluyen:
ANTIPSICÓTICOS
Los antipsicóticos suelen tomarse a diario en forma de pastilla o líquido. Algunos antipsicóticos son inyecciones que se administran una o dos veces al mes. Algunas personas tienen efectos secundarios cuando empiezan a tomar los medicamentos, pero la mayoría desaparecen al cabo de unos días. Los médicos y los pacientes pueden colaborar para encontrar el mejor medicamento o combinación de medicamentos y la dosis adecuada.
TRATAMIENTOS PSICOSOCIALES
Estos tratamientos son útiles después de que los pacientes y su médico encuentren una medicación que funcione. Aprender y utilizar habilidades de afrontamiento para hacer frente a los retos cotidianos de la esquizofrenia ayuda a las personas a perseguir sus objetivos vitales, como asistir a la escuela o al trabajo. Las personas que siguen un tratamiento psicosocial regular tienen menos probabilidades de recaer o ser hospitalizadas.
ATENCIÓN ESPECIALIZADA COORDINADA (CSC)
Este modelo de tratamiento integra medicación, terapias psicosociales, gestión de casos, implicación familiar y servicios de educación y empleo con apoyo, todo ello dirigido a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Una perspectiva espiritual
Para un cristiano, la fe en el amor y la bondad infinita de Dios es la base de sus creencias y prácticas, y es esta fuerza de la fe la clave de la recuperación en la esquizofrenia.

Desde el Jardín del Edén, con el conocimiento del bien y del mal, cada hombre ha tenido el potencial para el mal. El propósito en la vida es que conquistemos esa naturaleza humana malvada que hay en nosotros, Génesis 4:7, Romanos 7:14-25, 8:7. No podemos ser siervos de dos amos, Romanos 6:11-18. En Efesios 4:22-24 se nos dice que nos despojemos del "viejo hombre" que está engañosamente corrompido por la lujuria, y en su lugar nos vistamos del "nuevo hombre" que es Cristo en nosotros, la esperanza de gloria.
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